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Mientras que España cuenta con más de 1,1 millones de vehículos eléctricos e híbridos en circulación1, ofrecer un servicio de estaciones de carga constituye una gran ventaja para las marcas y puntos de venta. Frente a una clientela de vehículos eléctricos en constante aumento, los retailers que desean diferenciarse de la competencia y diversificar sus ingresos tienen una oportunidad que aprovechar. ¿Quieres comprender todas las oportunidades que ofrece la expansión de la movilidad eléctrica? ¡Nuestros expertos te revelan 3 buenas razones para instalar estaciones de carga!

Mejorar tu imagen de marca y fidelizar a tus clientes

En la era de la transición energética, los consumidores están cada vez más atentos a los desafíos ambientales. Al hacer sus compras, casi la mitad de ellos, el 47,6%, prefiere dirigirse a marcas con un compromiso social y ambiental2. Esta tendencia se verifica aún más en el sector minorista, donde una gran mayoría, el 88% de los compradores, considera que es importante que las empresas actúen de manera ética y honesta3. Además, 7 de cada 10 consumidores dicen estar dispuestos a modificar su estilo de vida para beneficiar al medioambiente4.

Requisito esencial para el desarrollo de los vehículos eléctricos y que responde a las expectativas de estos consumidores y conductores preocupados por su impacto, la instalación de estaciones de carga se inscribe plenamente en esta dinámica virtuosa, acompañando el despliegue de movilidades más respetuosas con el medioambiente.

Para las marcas, el desafío es doble. Por un lado, se trata de dar credibilidad y materializar sus ambiciones ambientales ante su clientela. Por otro lado, deben responder a una demanda creciente, ofreciendo un equipo que se ha vuelto indispensable para la parte nada despreciable de consumidores que utilizan un vehículo eléctrico.

Aumentar tu visibilidad y atraer a nuevos clientes

Con casi 30.000 puntos de carga abiertos al público en marzo de 20245, España continúa su objetivo de despliegue de IRVE en el territorio. Para atraer nuevos clientes, las marcas y puntos de venta tienen interés en aprovechar esta dinámica contribuyendo a la cobertura territorial. De hecho, el auge de la electromovilidad está transformando los hábitos de desplazamiento de los conductores de vehículos eléctricos.

Instalar una estación de carga es la garantía de una mayor visibilidad en tu área de influencia, gracias, entre otros factores, a las herramientas de referencia específicas para los conductores de vehículos eléctricos (Chargemap, Electromaps, etc.). Una vez instalado, el servicio se convierte en una verdadera palanca de fidelización del cliente y de preferencia de marca.

¿Por qué ir a otro lugar si la experiencia es buena, fluida y el costo de la carga se conoce de antemano?

Generar ingresos adicionales y aumentar el valor de tus activos

Más allá de los ingresos indirectos generados por la atracción de nuevos clientes, la instalación de estaciones de carga en tu aparcamiento también puede asegurarte ingresos directos. Existen diversos modelos económicos para rentabilizar tus puntos de carga. Puedes optar por comprar los cargadores (lo que implica encargarte del mantenimiento de las estaciones y la facturación de las cargas directamente a los clientes) o dejar una parte de tu estacionamiento a disposición de un operador de carga, que se encargará de las solicitudes de autorización, la instalación y la operación de las infraestructuras de carga (mantenimiento, reparaciones).  

Esta segunda opción te ofrece la posibilidad de generar ingresos por alquiler de manera regular, sin inversión inicial de tu parte. Al alquilar así una parte de tu terreno a un operador de carga, este se compromete a pagarte alquileres fijos o variables. La facturación de las sesiones de carga a los clientes le permite luego rentabilizar las estaciones.  

Además de diversificar tus fuentes de ingresos con alquileres regulares, un estacionamiento equipado con estaciones puede aumentar considerablemente el valor de tus activos inmobiliarios. Como hemos visto, acondicionar un espacio potencialmente poco utilizado con infraestructuras de carga contribuye a impulsar la afluencia al sitio y, en consecuencia, a aumentar su valor.