El auge de la movilidad eléctrica va acompañado de (numerosas) terminologías técnicas nuevas que hay que asimilar. Si estás pensado equipar tu establecimiento con terminales de carga, puede resultar útil que te familiarices con las expresiones más importantes. Hacemos un zoom en las 5 nociones clave que te ayudarán a comprender mejor la movilidad eléctrica!
IRVE
Acrónimo de Infraestructuras de Recarga de Vehículos Eléctricos, las IRVE designan el conjunto de los equipamientos indispensables para cargar un vehículo eléctrico. Además de albergar los terminales de recarga, las IRVE incluyen todos los accesorios, como los circuitos de alimentación, las cajas de control, y los aparatos de transmisión de datos, de control y de pago. Por analogía, las IRVE equivalen a las estaciones de servicio para los coches térmicos.
Terminal de carga y estación de carga
Empalmado a un punto de suministro eléctrico, el terminal de carga es el aparato fijo que permite alimentar a través de un cable la batería de un vehículo eléctrico. Cada terminal puede incluir uno o varios puntos de carga y estar equipado con varios dispositivos (kit de comunicación, sistema de conteo, de pago, etc.).
Implantada en la vía pública, en los parkings de establecimientos comerciales o en las inmediaciones de las autopistas, la estación de carga incluye la instalación global, que por lo general tiene varios terminales de carga. En otros términos, la estación de carga se corresponde con la zona del parking dedicada a los coches eléctricos.
kW y kWh: ¿qué diferencia hay?
Cuando se habla de consumo eléctrico, especialmente en el campo de la movilidad eléctrica, frecuentemente se mencionan dos unidades. El kilovatio (kW) y el kilovatio hora (kWh). Detrás de estos nombres tan parecidos se enconden, no obstante, dos tamaños muy distintos. Lo detallamos:
-El kW mide la potencia eléctrica proporcionada por un aparato (como un terminal de carga).
-El kWh cuantifica la energía suministrada por un terminal, almacenada en una batería o consumida durante un periodo determinado.
De este modo, 1 kWh se corresponde con la cantidad de energía consumida o producida por un aparato de una potencia de 1 kW durante una hora.
Es necesario comprender la potencia en kW de un terminal de carga para conocer la rapidez de recarga de la batería. Cuanto más potencia tenga el terminal, más rápida será la recarga (a condición de que se respete la potencia de carga máxima tolerada por el vehículo).
Corriente alternativa (AC) y corriente continua (DC)
La recarga de un vehículo eléctrico necesita alimentar su batería con corriente continua (DC), al igual que tus aparatos electrónicos que funcionan con pilas o baterías recargables, como, por ejemplo, un teléfono móvil.
Sin embargo, la red eléctrica envía corriente alterna (CA). La diferencia fundamental reside en el sentido de circulación de los electrones:
– En una corriente continua (CC en español, o DC en inglés), estos se desplazan en una sola dirección.
– Mientras que en una corriente alterna (CA en español, o AC en inglés), estos cambian constantemente de sentido.
Los terminales de carga pueden suministrar estos dos tipos de corriente. Cuando proporcionan corriente alterna, un dispositivo integrado en el vehículo llamado cargador de a bordo se encarga de convertir esta corriente AC en corriente continua DC, compatible con la batería.
La potencia de este cargador de a bordo, generalmente comprendida entre 3,7 y 22 kW, determina la rapidez de la recarga: cuanto más elevada sea, más rápida será la recarga.
Por el contrario, los terminales que suministran una corriente continua DC alimentan directamente la batería, sin pasar por el cargador de a bordo. Al llevar a cabo el terminal mismo la conversión AC/DC, estas instalaciones ofrecen tiempos de recarga todavía más reducidos.
Tipo 1, tipo 2, CSS, CHAdeMO : ¿qué diferencia hay entre los conectores?
Para permitir la recarga de los vehículos eléctricos, sean cuales sean los terminales que suministran corriente alterna o continua, es esencial usar el tipo de conector correcto, situado en los extremos del cable de carga y que se corresponde con la entrada del vehículo. Diferenciamos entre varios tipos de conectores en función de los modos de carga.
Los terminales de carga de corriente alterna (de lentos a rápidos) están equipados con dos tipos de conectores principales:
– El tipo 1 se utiliza frecuentemente en Norteamérica y Japón. Se destina principalmente a cargas que van de 3 kW a 7 kW, y es compatible con numerosos vehículos eléctricos e híbridos recargables.
– El tipo 2 se ha convertido en uno de los estándares más divulgados para la carga de vehículos eléctricos en Europa. Su principal ventaja reside en su gran flexibilidad, ya que permite suministrar una potencia que va de 3 kW, ideal para la carga a domicilio, hasta los 43 kW, perfectamente adecuado para los terminales de carga públicos.
Respecto a las recargas de corriente continua (terminales rápidos y ultrarrápidos), estas precisan los conectores:
– El Combined Charging System (CCS) es un estándar de carga que se ha vuelto imprescindible para los vehículos eléctricos, especialmente en los mercados europeo y norteamericano. Su ventaja reside en su diseño híbrido, que une un conector de tipo 1 o 2 (en función del lugar) destinado a la recarga de corriente alterna con dos clavijas adicionales que permiten la recarga con corriente continua. Esta combinación ofrece a los conductores una solución polivalente y flexible, capaz de responder a sus distintas necesidades en materia de carga.
– CHAdeMO es otro estándar importante de carga rápida con corriente continua, principalmente utilizado por los fabricantes de automóviles asiáticos, especialmente los japoneses. Aunque hace tiempo que coexiste con el CCS, especialmente en Japón, cada vez se adopta menos frente al estándar Combo, que ya es el preferido por la mayoría de los fabricantes debido a su gran polivalencia.